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Jefferson Montero aprovechó el parón liguero para casarse en Ecuador con su novia, Sonia Alvarado. El futbolista sudamericano, que estuvo acompañado en la ceremonia y la celebración por muchos de sus compañeros en la Selección Tricolor, confesó a varios asistentes a la boda que uno de los equipos que le persiguen para este invierno es el Betis y que su gran objetivo es poder volver a un lugar en el que se sintió muy feliz la temporada pasada. Su agente, Diego Herrera, sigue negociando para que ese sueño se pueda cumplir.
El aspecto económico es un problema. El Monarcas de Morelia desembolsó 3,5 millones al Villarreal por su fichaje y no quiere dejarle salir solamente por la parte de la ficha correspondiente, cifra que por cierto supera los 500.000 euros. Los aztecas pretenden además que el club que le acoja pague un montante también cercano al medio millón de euros, con lo que la operación se le pondría al Betis en un millón que no podría dedicar a otra incorporación.
A Mel, por su parte, no le disgusta la idea de contar con otro extremo, aunque su gran deseo es un futbolista de banda derecha. En partidos como el del Mallorca se vio que Vadillo aún debe madurar y que, con Juan Carlos renqueante (su problema de pubis puede apartarle de muchos encuentros esta campaña), el Betis sigue necesitando velocidad para sacar adelante encuentros en los que el rival se mete atrás y hace falta abrir el campo.
Será un invierno movido para el club verdiblanco a pesar de su buena situación clasificatoria. Sobre todo, porque en el ambiente flota la posibilidad de que algún equipo pague la cláusula de rescisión de Beñat o haga una oferta que, dado que el futbolista no ha renovado aún y valdría mucho menos el próximo verano, sea irrechazable por el Betis. Ayer los tabloides británicos volvían a desayunarse con el gusto de Brendan Rodgers, técnico del Liverpool, por el vasco. En la Premier están ahora sus grandes pretendientes.
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